El Atlético empata en Marsella y se clasifica como segundo de grupo para octavos de final

El Atlético de Madrid se marchó de Marsella con un empate a cero en el marcador.

El Atlético de Madrid se marchó de Marsella con un empate a cero en el marcador. Los de Javier Aguirre se mostraron muy bien en defensa, pero el lado ofensivo del equipo estuvo algo dormido, algo que también le pasó el Olympique que fue incapaz de perforar la meta de Coupet. De esta manera y con la victoria del Liverpool ante el PSV, los rojiblancos pasan a octavos de la Champions como segundo de grupo. El partido se presumía más que interesante. El ambiente dentro del estadio estaba más que caldeado y la afición francesa no dejaba de apoyar a su equipo e increpar a los atléticos. Por primera vez, los pupilos de Aguirre no pudieron contar con los gritos de apoyo de sus seguidores, aunque los futbolistas rojiblancos sabían muy bien que contaban con su cariño desde toda España. El Atlético de Madrid viajó con la única intención de sumar tres puntos más y ser primeros de grupo, hay que recordar que los atléticos ya estaban clasificados para los octavos de final de la Liga de Campeones junto con el Liverpool. Todo lo contrario que su oponente, que debía ganar para asegurarse la UEFA. El partido comenzó sin un dominador claro. Sacó la pelota el Olympique desde el centro del campo y pronto se pusieron manos a la obra para ganar a los rojiblancos. Aguirre optó por dar oportunidades a los jugadores, que menos minutos habían tenido en la temporada, como Banega, Luis García o Sinama-Pongolle. Los primeros compases fue un toma y daca entre los dos equipos, pero sin ocasiones claras. La primera ocasión clara del Atlético de Madrid llegó en el minuto 6 del partido en una jugada en la que el delantero argentino ‘Kun’ Agüero robó un balón en una gran despiste de Hilton y en carrera se marchó sólo a encarar el portero, pero el disparo salió desviado por poco. Los locales querían imponer el ritmo del partido y por ello su capitán Cana no dejaba de alentar a sus compañeros. Zenden tuvo una buena oportunidad en el minuto 9 en un fuerte disparo, que finalmente sacó Seitaridis. El partido comenzó a coger ritmo, con bengalas incluidas, y la afición marsellesa en menos de diez minutos ya mostró otras dos bengalas en la grada. El Olympique planteó el partido para tener la posesión del balón. Los jugadores franceses presionaban a los de Aguirre muy arriba y eso hacía que los atléticos perdieran la pelota con facilidad. Pablo y Perea regresaban a la titularidad y en la primera media hora de encuentro cubrieron a la perfección la portería visitante, aunque los atacantes locales Koné y Samassa no inquietaron la portería de Coupet. En el 23, el Marsella dio un primer aviso en un remate de cabeza de Ziani tras un saque de esquina. Finalmente el balón se desvió fuera. Aunque el Marsella no llegaba con claridad, en el 31 de la primera parte Taiwo quiso probar suerte desde fuera del área, pero el guardameta francés Coupet estuvo atento y no tuvo mayor problema para atajar la pelota. A los delanteros del Olympique les costaba llegar y es que cuando lo hacían se encontraban con un inconmensurable Luis Perea que volvió para imponerse a sus adversarios. Muy pocas ocasiones de gol en el partido hasta el descanso, el Atlético se mostró muy seguro en defensa. La segunda mitad comenzó de la misma manera que terminó la primera. Aunque con mucho peligro, Marsella y Atlético de Madrid lograban hilar alguna que otra jugada curiosa. Valbuena y Bonnart se volvían locos intentando encontrar un hueco en la zaga atlética, pero en muy pocas ocasiones lo consiguieron. Aguirre dio entrada a Forlán en detrimento de Agüero. El entrenador mexicano pensó en el encuentro del próximo domingo ante el Betis, y prefirió darle descanso al argentino. Poca pólvora demostró el Olympique en su delantera. Sólo una llegada de Ziani y otra de Valvuena inquietaron algo al guardameta francés del Atlético. El Olympique quiso apretar llegando al minuto 70 de partido. En, quizá la mejor jugada de los locales, Ben Arfa probó con un disparo raso al portero atlético, pero el balón no quiso entrar. El público se animó y los jugadores marselleses con ellos. Los rojiblancos pasaron los momentos más complicados del partido después de los disparos de Ben Arfa y Bonnart. Los franceses eran conscientes de que debían marcar y ganar para lograr su objetivo, pero el Atlético se lo puso muy difícil en defensa. Poco más que reseñar, excepto una clara ocasión de Kabaré, en un partido que se diluyó en el campo, pero no en las gradas.
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