El Atlético vence en Pamplona, pero no consigue la UEFA (1-2)

El Atlético de Madrid consiguió romper el maleficio de Pamplona y venció por 1-2, pero tras los resultados que se dieron en la jornada no consiguió la clasificación para la UEFA. No fue un encuentro fácil, fue lo que se esperaba, duro, de pelea, de lucha, con entradas fuertes, con nervios, pero al final se consiguió lo que buscaba, la victoria. Osasuna propuso jugar de cara desde el principio y eso le costó a los rojiblancos, ya que no estuvieron cómodos en el inicio del partido. En los primeros diez minutos del encuentro, el conjunto local dispuso de dos claras ocasiones para haber inaugurado el marcador. El fantasma del encuentro ante el Celta, hizo temer lo peor, pero afortudamente no llegaron los goles para el conjunto rojillo. Poco a poco los de Javier Aguirre se fueron sintiendo más cómodos en el campo y la línea defensiva del Osasuna, muy adelantada, comenzaba a sufrir las acometidas rojiblancas. Torres y Maxi se movían sin parar y la zaga rojilla dejaba huecos que paulatinamente iba aprovechando el Atlético de Madrid para meter miedo. Así la primera ocasión para el conjunto de Aguirre fue en el minuto 17 en un lanzamiento de Torres, que atrapó Elia. Era el primer aviso de los rojiblancos. Tres minutos después era Maxi el que lo intentó sin suerte desde fuera del área. El gol no llegaba, pero se veía a un equipo más centrado en busca del tanto que le diera el pasaporte para la UEFA. Parecía que por fin el gafe de Pamplona se podía romper. En el minuto 37 Agüero iniciaba un contraataque, se iba de dos defensores y su centro era empujado al fondo de la red por Maxi. Qué pena no haber podido contar con el argentino en casi toda la temporada. Con la lección bien aprendida del último encuentro, los rojiblancos se replegaron en defensa, querían que llegará el descanso, como así fue. En la reanudación y sin apenas tiempo de colocarse en el terreno de juego, llegó el gol de Milosevic. Un autentico jarro de agua fría. Lo peor que podía pasar. Pero fiel a su costumbre, el Atlético de Madrid fue impredecible. Lo más lógico, vista la temporada, hubiera sido que comenzarán los nervios, pero no fue así. Siguió a lo suyo el equipo rojiblanco. Tocando con tranquilidad en busca del gol. En una jugada afortuna para el Atleta, Monreal introducía el balón en su propia portería. Tras ese gol los locales cercaron la meta de Leo Franco y éste en varias ocasiones salvó al equipo rojiblanco del empate. Así con el paso de los minutos, el encuentro bajó de intensidad, y los rojiblancos estaban más pendientes del resultado de los encuentros del Villarreal y Zaragoza para ver si se clasificaban para la Copa de la UEFA. Al final los otros resultados no le favorecieron, y tendrán que jugar la Intertoto para poder estar la próxima temporada en la UEFA.
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