Agüero lidera a un Atlético que recupera el pulso al golear al Espanyol (0-4)
Un Kun estelar marca dos goles y asiste en los otros dos
No se podía fallar y el Atlético de Madrid no lo hizo para recuperar el pulso. Con un buen Reyes y un Agüero superior (dos goles y dos asistencias) al frente, el equipo de Quique Sánchez firmó un convincente triunfo (4-0) sobre un Espanyol totalmente superado por los rojiblancos. El Kun guió un día más a un equipo que además de golear mantuvo su portería a cero, un dato a tener en cuenta y que puede suponer un punto de inflexión con vistas al futuro.
El Atlético de Madrid completó una primera parte más que aseada. Una buena primera media hora en la que el Espanyol apenas opuso resistencia fue suficiente para que los rojiblancos llegaran al descanso con un marcador favorable. Por la mínima, pero dando la sensación en todo momento de que no peligraba.
Con un Reyes muy conectado al partido desde el principio y un Agüero muy activo allá donde estuviera, el equipo rojiblanco no tuvo muchas dificultades en imponerse con autoridad desde el principio. Y fue esta pareja la que originó la primera jugada de peligro, aunque el sevillano se tropezó en el último momento.
El Kun fue adquiriendo protagonismo poco a poco, moviéndose por los costados o por el centro, pero siempre complicando la vida a la zaga del Espanyol. El argentino iniciaba con rapidez los ataques, buscando de inmediato un buen desmarque. Así se encontró con dos buenas ocasiones, pero en ambas Kameni estuvo muy atento.
El Atlético de Madrid iba apretando más y más al Espanyol, que no encontraba la manera de frenar a su oponente. Mediado el primer tiempo, el Kun se coló casi hasta la línea tras una buena pared con Simão, pero de nuevo apareció el portero camerunés. Reyes remató bien por partida doble, pero Kameni se lució en ambas oportunidades, la segunda con la ayuda de un poste.
Reyes complicaba la vida a un Espanyol que no sabía cómo frenarle, con un Agüero con el que asociaba bien. Y gracias a esta pareja la portería de Kameni cayó derribada. El Kun se metió en el área tras una buena pared con el sevillano y Forlán, que llegaba atento por el centro, marcaba a placer.
El uruguayo, que necesitaba marcar como el comer, pudo repetir en el siguiente ataque tras una buena asistencia de Ujfalusi, pero no conectó bien el cabezazo y con un Kameni ya batido el balón se fue cerca de un poste. El Atlético se tomó un pequeño respiro antes del descanso y cedió el balón a un Espanyol que no supo cómo llegar con peligro al área de Asenjo antes del descanso.
Y todo siguió igual en la segunda parte. El Atlético de Madrid regresó al campo como lo hizo en la primera media hora del partido. En el centro del campo Paulo Assunção se sobraba para desconectar cualquier intento del Espanyol por encontrar a Tamudo y Luis García, desaparecidos por completo.
Los de Quique Sánchez Flores volvieron a intensificar su dominio, pero en todo momento controlando perfectamente lo que sucedía a sus espaldas. Reyes continuaba en la buena línea de la primera parte y fue precisamente el que provocó una falta que despejó el horizonte por completo. El lugar era bueno para que él mismo la ejecutara, pero el Kun Agüero se adueñó del balón… Y bien que hizo, pues lo ajustó a la perfección junto a un poste para hacer el segundo.
Si el Espanyol había dado pocas señales de vida, aunque tenía media hora por delante no es que mejorara demasiado su juego. Es cierto que el equipo de Pochettino se acercó más al área rojiblanca desde ese momento, pero también lo es que lo hizo sin mucho peligro, entre otras cosas porque la zaga del Atlético no regalaba nada.
El Atlético de Madrid no sólo no tuvo problemas para mantener a raya al Espanyol hasta el final, sino que se permitió el lujo de mejorar el marcador. Con el equipo catalán con uno menos por la expulsión de un Roncaglia desquiciado por el Kun, fue precisamente Agüero el que cerró el partido a lo grande. Primero hizo el tercero desde cerca tras una falta y poco después regaló el cuarto a Maxi tras una gran jugada personal. Gran final para un buen partido del Atlético.
El Atlético de Madrid completó una primera parte más que aseada. Una buena primera media hora en la que el Espanyol apenas opuso resistencia fue suficiente para que los rojiblancos llegaran al descanso con un marcador favorable. Por la mínima, pero dando la sensación en todo momento de que no peligraba.
Con un Reyes muy conectado al partido desde el principio y un Agüero muy activo allá donde estuviera, el equipo rojiblanco no tuvo muchas dificultades en imponerse con autoridad desde el principio. Y fue esta pareja la que originó la primera jugada de peligro, aunque el sevillano se tropezó en el último momento.
El Kun fue adquiriendo protagonismo poco a poco, moviéndose por los costados o por el centro, pero siempre complicando la vida a la zaga del Espanyol. El argentino iniciaba con rapidez los ataques, buscando de inmediato un buen desmarque. Así se encontró con dos buenas ocasiones, pero en ambas Kameni estuvo muy atento.
El Atlético de Madrid iba apretando más y más al Espanyol, que no encontraba la manera de frenar a su oponente. Mediado el primer tiempo, el Kun se coló casi hasta la línea tras una buena pared con Simão, pero de nuevo apareció el portero camerunés. Reyes remató bien por partida doble, pero Kameni se lució en ambas oportunidades, la segunda con la ayuda de un poste.
Reyes complicaba la vida a un Espanyol que no sabía cómo frenarle, con un Agüero con el que asociaba bien. Y gracias a esta pareja la portería de Kameni cayó derribada. El Kun se metió en el área tras una buena pared con el sevillano y Forlán, que llegaba atento por el centro, marcaba a placer.
El uruguayo, que necesitaba marcar como el comer, pudo repetir en el siguiente ataque tras una buena asistencia de Ujfalusi, pero no conectó bien el cabezazo y con un Kameni ya batido el balón se fue cerca de un poste. El Atlético se tomó un pequeño respiro antes del descanso y cedió el balón a un Espanyol que no supo cómo llegar con peligro al área de Asenjo antes del descanso.
Y todo siguió igual en la segunda parte. El Atlético de Madrid regresó al campo como lo hizo en la primera media hora del partido. En el centro del campo Paulo Assunção se sobraba para desconectar cualquier intento del Espanyol por encontrar a Tamudo y Luis García, desaparecidos por completo.
Los de Quique Sánchez Flores volvieron a intensificar su dominio, pero en todo momento controlando perfectamente lo que sucedía a sus espaldas. Reyes continuaba en la buena línea de la primera parte y fue precisamente el que provocó una falta que despejó el horizonte por completo. El lugar era bueno para que él mismo la ejecutara, pero el Kun Agüero se adueñó del balón… Y bien que hizo, pues lo ajustó a la perfección junto a un poste para hacer el segundo.
Si el Espanyol había dado pocas señales de vida, aunque tenía media hora por delante no es que mejorara demasiado su juego. Es cierto que el equipo de Pochettino se acercó más al área rojiblanca desde ese momento, pero también lo es que lo hizo sin mucho peligro, entre otras cosas porque la zaga del Atlético no regalaba nada.
El Atlético de Madrid no sólo no tuvo problemas para mantener a raya al Espanyol hasta el final, sino que se permitió el lujo de mejorar el marcador. Con el equipo catalán con uno menos por la expulsión de un Roncaglia desquiciado por el Kun, fue precisamente Agüero el que cerró el partido a lo grande. Primero hizo el tercero desde cerca tras una falta y poco después regaló el cuarto a Maxi tras una gran jugada personal. Gran final para un buen partido del Atlético.