Camello y Toni Moya firman el triunfo en el Municipal Nuestra Señora de la Caridad
Nuestro equipo sumó tres importantísimos puntos en el partido correspondiente a la cuarta jornada en el grupo 5E de Segunda División B
VILLARROBLEDO 0-2 ATLÉTICO B
Villarrobledo: Zárraga, Chato, Ángel Moreno, Edu Latorre, Carmelo (Juanma Justo, 75'), Pablo García, Llorente, Lucas (Bruno, 46'), Cantave (Joseca, 55'), Navarro y Dani Ndi.
Atlético de Madrid B: San Román. Camus, Marco Moreno, Álvaro García, Medrano (Forcén, 64'), Ricard (Davo, 64'), Javi Serrano (Calavera, 85'), Toni Moya, Abde (Rojas, 64'), Soriano (Diabate, 85') y Camello.
Árbitro: Francisco Sáez Vital (Comité de Andalucía). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Ndi (31'), Ángel (70'), Pablo (70') y Fer (70'); y al visitante Ricard (41').
GOLES:
0-1. 19’. Camello, tras un error de la zaga local.
0-2. 70’. Toni Moya, de penalti.
El Atlético de Madrid B se impuso este sábado por 0-2 en su visita al Villarrobledo, en el encuentro correspondiente a la cuarta jornada en el grupo 5E de Segunda División B.
Desde los compases iniciales del juego, nuestro equipo rondó con peligro las inmediaciones de la portería de Zárraga y ya en el 10', un tiro de Toni Moya que acabó en saque de esquina estuvo cerca de convertirse en el 0-1.
Un 0-1 que no obstante llegó 8 minutos después, por mediación de Sergio Camello. El delantero madrileño aprovechó una indecisión defensiva entre Edu Latorre y el propio Zárraga, interceptando una cesión hacia atrás del primero, recortando después a Ángel Moreno y superando al cancerbero local en el mano a mano.
Con este resultado se llegó al descanso, aunque poco antes, en el 42', Zárraga evitó el 0-2 salvando con el pie otro mano a mano con Soriano. Un Soriano que sin embargo fue clave en el segundo gol del partido, pues de él nació y en él finalizó la acción que derivó en un penalti convertido por Toni Moya. El ariete lanzó una contra en el 67' enviando un pase en profundidad para Camello, quien aguantó la pelota esperando la llegada de su compañero, que fue derribado dentro del área por Chato.
Posteriormente, Toni Moya definió de manera impecable desde los once metros, con un disparo pegado al palo y a media altura que sentenció la contienda.