Los primeros cuarenta y cinco minutos estuvieron marcados por el juego directo que emplearon ambos equipos. Ninguno de los dos quería cometer errores que pudieran suponer algún peligro para sus respectivas porterías. En las pocas concesiones que generaban cualquiera de los dos equipos, el otro aprovechaba para montar peligrosos contragolpes. El encuentro tuvo mucha intensidad por parte de los dos conjuntos.

Las ocasiones durante este primer periodo fueron contadas para los dos. La más clara para el conjunto rojiblanco fue un tiro de Juanfri que salió demasiado cruzado. Por su parte, el Inter de Madrid basaba su juego en acciones directas con balones aéreos apoyándose en su delantero Santurino. Lo más destacado de la primera mitad fue la expulsión de un jugador del Inter de Madrid por doble amarilla cuando se llegaba a la media hora de encuentro.

En la segunda mitad el partido continuó con dos equipos muy concentrados y convencidos de lo que debían hacer para mantener la portería a cero. Con el paso del tiempo el Inter de Madrid comenzó a tomar más riesgos y subió las líneas a pesar de estar jugando con un hombre menos. Fruto de este mayor ímpetu que demostraron los locales llegó su mejor ocasión en el encuentro hasta el momento. Cerca de la media hora de la segunda mitad el colegiado anuló un gol al Inter de Madrid por fuera de juego. Esa acción fue una declaración de intenciones por parte de los locales, quienes estaban comenzando a hacerse con el dominio del partido de forma drástica.

La ambición por conseguir los tres puntos que demostraba el Inter de Madrid obtuvo su recompensa en un saque de esquina cuando el partido estaba a punto de terminar. El jugador local Yelos lanzó el córner y ningún jugador del Atlético de Madrid C consiguió despejar el balón. David Sánz se aprovechó de esta circunstancia para realizar un tiro cruzado y algo mordido pero que terminó entrando en la portería rojiblanca y hacer el gol de la victoria para su equipo.