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Atlético de Madrid Escudo Atlético de Madrid

El Atlético se vengó del centenariazo

Muchas ganas tenía la afición del Atlético a Osasuna. Fue el que ganó el partido del Centenario y en las dos últimas temporadas siempre se le había negado el triunfo al conjunto rojiblanco. En esta ocasión, un buen partido de los de Ferrando sirvió para dejar los tres puntos en casa, enterrar fantasmas del pasado y asomarse de nuevo a Europa. Triunfo justo y trabajado el de un Atlético que hizo méritos para haber marcado algún gol más. Incluso, los navarros también tuvieron sus opciones de gol, pero entre Leo Franco y la zaga abortaron cualquier atisbo de remontada por parte visitante. El partido frente a Osasuna fue loco, loco, loco. El Atlético jugó un buen primer tiempo y una segunda mitad más que aceptable, pero está claro que los partidos fáciles no le van en el Calderón. Por dos veces tuvo una ventaja de dos goles y sendos goles del conjunto navarro hicieron vivir a la parroquia rojiblanca un partido con mucha tensión. La misma tensión que pusieron los osasunistas en el partido y que hizo merecedor de la tarjeta roja a más de uno, en especial a Pablo García, mucho antes de cuando fue expulsado. El uruguayo dejó recaditos a todos los rojiblancos con los que se cruzaba y claro, cuando tienes una tarjeta y haces una falta no con patada pero falta por obstrucción, qué se puede esperar, que el árbitro sea benevolente o haga su trabajo. Y Teixeira lo hizo porque le envió a vestuarios aunque casi tiene que entrar la Policía Nacional para sacarle del terreno de juego porque no se quería marchar. El Atlético sacó petróleo del juego de estrategia. Los tres goles llegaron de jugadas trabajadas. Primero fue al aprovechar el saque de puerta de Leo Franco, que tocó Salva y Fernando Torres definió con solvencia. Después, el saque de falta de Antonio López sirvió para que Salva anotara el segundo. Y para cerrar el partido, otra vez Antonio López lanzó un córner que supuso entonces el 3-1, pero que, al final, valió su peso en oro. Osasuna puso lo habitual, juego duro, buen trabajo táctico y también aprovechó sus ocasiones para intentar al menos empatar. Lo que sucede es que se encontró a un equipo muy sólido que sigue haciendo del Calderón un recinto inexpugnable. Ahora queda sacar adelante la asignatura pendiente, ganar fuera de casa, y el sábado próximo el marco es inmejorable, San Mamés, donde la pasada temporada el Atlético cerró la Liga con un triunfo por 3-4.
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