El Atlético vuelve a la Champions por la puerta grande y con Kun de embajador
El Atlético de Madrid no lo pudo hacer mejor. Entró por la puerta grande en la Liga de Campeones ganando al PSV Eindhoven por 0-3. Dos goles de un magnífico Sergio Agüero sirvieron para dar una seguridad al equipo que luego remató Maniche con el tercero. Un buen estreno del equipo y del entrenador, Javier Aguirre, en la Champions, sin duda un matrimonio bien avenido. Todo estaba preparado, el Atlético de Madrid volvía a la Champions League. Después de más de once años, la entidad atlética regresaba a la máxima competición europea con la intención de no abandonarla. Su debut, ante el PSV Eindhoven, uno de los equipos con más experiencia en esta competición, aunque fue en 1988 cuando se proclamó por última vez campeón de la Champions. Los de Javier Aguirre no se lo iban a poner fácil a los holandeses y es que como ya dijo el entrenador mexicano en la rueda de prensa previa al choque, se ha recorrido un largo camino para volver a estar entre los mejores de Europa. Un sueño que vivieron in situ unos 800 aficionados rojiblancos, que quisieron alentar a su equipo desde las gradas del Philips Stadion. No podía ser de otra manera y con emoción comenzó el encuentro. Después de escuchar el himno de la Champions que puso en pie el estadio, el ansia por marcar los primeros produjo de ambos equipos una intensidad más que significativa. Primero fue el PSV el que lo intentó, pero el Atlético dio la réplica en las botas del argentino Kun Agüero que tuvo una clarísima ocasión en el minuto uno de partido, pero su disparo termina en las manos de Isaksson. Las cosas no podían pintar mejor en el regreso del Atlético de Madrid a la Champions. Los cánticos de Kun Kun Kun se escucharon en Eindhoven cuando a lo 9 minutos del comienzo, el delantero argentino remató a placer tras una magnífica combinación entre Maniche y Luis García. Pocos segundos después, fue el portugués Simão el que inquietó la meta holandesa. Los de Aguirre comenzaron enchufados, aunque los locales no querían darse por vencidos. El PSV quería recortar distancias y en un fallo tonto del Atlético que provocó un saque de esquina pudo inquietar la portería de Leo Franco. Méndez recibió el balón fuera del área y con un disparo muy potente, que finalmente se marchó por encima del larguero, quiso sorprender a Leo. Los rojiblancos parecían sentirse cómodos en el campo y eso provocaba que los holandeses cometieran errores algo infantiles. Uno de esos errores llevó el balón a los pies de Luis García, que disparó con fuerza aunque con poca precisión. Mientras, la grada del Philips Stadion la emprendía con Jonh Heitinga cada vez que tocaba el balón por su pasado en el Ajax, algo que parecía motivar más aún al holandés. La asociación Luis García-Kun-Forlán funcionaba y fue el uruguayo el que no acertó a marcar ya que Salcido le quita el balón antes de que pudiera hacerlo. Una magnífica ocasión del internacional que poco después tuco que abandonar el terreno de juego con algunos problemas musculares que le impidieron seguir. Sin duda un contratiempo para Aguirre. No se podía pedir más, el Atlético de Madrid tiene en sus filas a uno de los mejores jugadores del mundo. Agüero volvió a marcar esta vez en el minuto 35. Con maestría el argentino controló en el área y viendo que el defensa le daba medio metro se revolvió e inventó un disparo que pudo en pie al estadio. Una vez más, el 10 del atlético puede presumir de ser uno de los mejores delanteros de la actualidad. La segunda parte comenzó con un PSV más metido en el partido, entonces fue Leo Franco el que se convirtió en el protagonista y realizó dos auténticos paradones que evitaron que los holandeses acortaran distancias. Lo presagiaba y es que Maniche tenía buenas sensaciones para la noche de hoy. Fue en el minuto 54 cuando el luso logró el éxtasis rojiblanco. Luis García controló y metió un pase milimetrado entre las piernas de los defensores locales y Maniche con seguridad bate por bajo a Isaksson poniendo el tercero de la noche. La noche no podía ser más mágica para los rojiblancos. Orden, seguridad, confianza y eficacia, todo lo necesario para debutar en la Champions. El PSV no dejaba de intentarlo, pero el terremoto atlético pudo con todo. Sinama-Pongolle quiso poner la guinda al pastel y anotar el tercero en el 75 con un disparo raso desde fuera del área que atajó sin muchos problemas el guardameta local. Si los delanteros estuvieron muy activos en el partido, los defensas y el guardameta no se quedaron atrás. Tomas Ujfalusi y Leo Franco evitaron en diversas ocasiones que los holandeses abriesen su marcador. Sin más el Atlético dibujó una noche para el recuerdo que ni el más optimista ponía en las quinielas.