El Campus de Verano de la Fundación del Atlético rompe fronteras
Cuatro chicos japoneses entre los cerca de mil niños bajo aprendizaje técnico
El verano ha llegado con fuerza a la Fundación Atlético de Madrid. Lo ha hecho con tal contundencia que hasta el sol, ese que cada mañana luce en el cielo de la Ciudad Deportiva de Majadahonda, se ha convertido en un mero espectador de sus actividades. En un asistente tempranero del amplio grupo de niños que con afán, esfuerzo, dedicación y mucho trabajo, arañan estos días cada centímetro de hierba del Cerro del Espino. Con un único fin, disfrutar al máximo el campus que ofrece la asociación sin ánimo de lucro durante la época estival.
Una convivencia que se alargará durante todo el mes de julio y donde quinientos sesenta y cinco niños disfrutan una nueva edición del Campus de Verano ejemplar. Chicos de entre 4 y 17 años que, gracias a la Fundación Atlético de Madrid, están aprendiendo a superarse a través de la práctica del deporte. Sin tener en cuenta su procedencia, sin tener en cuenta cuantos kilómetros hay que recorrer para poder ser partícipe de un entrenamiento técnico exclusivo, para cada niño y para cada edad.
Este es el caso de ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki. Cuatro niños japoneses que un día decidieron embarcarse en un viaje con retorno. No dudan en señalar que volverán al Campus de la Fundación. Con tan sólo diez y once años, los asiáticos han superado 9.000 km y dos viajes en avión, única y expresamente por su afición al fútbol. A vista sencilla, la distancia que separa la capital de España de la japonesa o el espacio que han tenido que recorrer para aprovechar una oferta deportiva que no han podido rechazar.
Ahora y sobre suelo español, el cuarteto no echa de menos las ciudades de Chiba, Nagasaki o Tokio de las que proceden. “Aún no nos apetece volver, porque todavía queremos seguir jugando al fútbol, conociendo amigos y continuar disfrutando de todas las actividades que hacemos día a día”, nos comentan. Maravillados por la buena comida de la península y por unas temperaturas envidiables para el resto del mundo, los chicos han encajado perfectamente en la formación de los grupos y en la convivencia con el resto de chavales, de la que ya han podido extraer conocimientos de castellano y de nuestra cultura. Manolo Sánchez Delgado, director deportivo de las Escuelas de la Fundación, ha quedado muy sorprendido con su integración. “Son cuatro niños muy cariñosos que son muy queridos por todos. No sólo por su grupo, sino también por el resto de chavales, entrenadores y monitores”, asegura.
A pesar de no pertenecer a la Prefectura de Shizuoka, zona en la que más se practica el fútbol en las islas del Pacífico, ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki encierran detalles técnicos importantes y trazos para poder llegar a convertirse en grandes jugadores del fútbol nipón. ‘Manolo’ reconoce que “se van a llevar muchas cosas a su país. Sobre todo un aprendizaje técnico y deportivo, bajo un ambiente de amistad y compañerismo tremendo, que va a acentuar aún más sus cualidades individuales”.
“Es un orgullo y un lujo para la Fundación que haya niños que desde tan lejos elijan nuestro Club y nuestro Campus para pasar el verano y aprender fútbol. Estamos abiertos a todos los niños, tanto a nivel nacional como a nivel de otros países. Un Campus internacional donde confluyen muchas nacionalidades y que se está desarrollando bajo un ambiente extraordinario”, subraya el encargado de que el Campus se convierta en un éxito rotundo.
Y es que una cosa está clara. El Campus de Verano contiene todos los ingredientes necesarios para que los más pequeños de la casa disfruten sus vacaciones haciendo lo que más les gusta; jugar, divertirse y practicar deporte a tiempo completo. “Se están cumpliendo las expectativas de lo que queríamos. Mucha afluencia de niños, participación extraordinaria. Los padres están contentos, no se puede pedir más”, analiza el director deportivo. ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki, cuatro de los cerca de mil éxitos de la X Edición del Campus de Verano de la Fundación Atlético de Madrid.
Una convivencia que se alargará durante todo el mes de julio y donde quinientos sesenta y cinco niños disfrutan una nueva edición del Campus de Verano ejemplar. Chicos de entre 4 y 17 años que, gracias a la Fundación Atlético de Madrid, están aprendiendo a superarse a través de la práctica del deporte. Sin tener en cuenta su procedencia, sin tener en cuenta cuantos kilómetros hay que recorrer para poder ser partícipe de un entrenamiento técnico exclusivo, para cada niño y para cada edad.
Este es el caso de ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki. Cuatro niños japoneses que un día decidieron embarcarse en un viaje con retorno. No dudan en señalar que volverán al Campus de la Fundación. Con tan sólo diez y once años, los asiáticos han superado 9.000 km y dos viajes en avión, única y expresamente por su afición al fútbol. A vista sencilla, la distancia que separa la capital de España de la japonesa o el espacio que han tenido que recorrer para aprovechar una oferta deportiva que no han podido rechazar.
Ahora y sobre suelo español, el cuarteto no echa de menos las ciudades de Chiba, Nagasaki o Tokio de las que proceden. “Aún no nos apetece volver, porque todavía queremos seguir jugando al fútbol, conociendo amigos y continuar disfrutando de todas las actividades que hacemos día a día”, nos comentan. Maravillados por la buena comida de la península y por unas temperaturas envidiables para el resto del mundo, los chicos han encajado perfectamente en la formación de los grupos y en la convivencia con el resto de chavales, de la que ya han podido extraer conocimientos de castellano y de nuestra cultura. Manolo Sánchez Delgado, director deportivo de las Escuelas de la Fundación, ha quedado muy sorprendido con su integración. “Son cuatro niños muy cariñosos que son muy queridos por todos. No sólo por su grupo, sino también por el resto de chavales, entrenadores y monitores”, asegura.
A pesar de no pertenecer a la Prefectura de Shizuoka, zona en la que más se practica el fútbol en las islas del Pacífico, ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki encierran detalles técnicos importantes y trazos para poder llegar a convertirse en grandes jugadores del fútbol nipón. ‘Manolo’ reconoce que “se van a llevar muchas cosas a su país. Sobre todo un aprendizaje técnico y deportivo, bajo un ambiente de amistad y compañerismo tremendo, que va a acentuar aún más sus cualidades individuales”.
“Es un orgullo y un lujo para la Fundación que haya niños que desde tan lejos elijan nuestro Club y nuestro Campus para pasar el verano y aprender fútbol. Estamos abiertos a todos los niños, tanto a nivel nacional como a nivel de otros países. Un Campus internacional donde confluyen muchas nacionalidades y que se está desarrollando bajo un ambiente extraordinario”, subraya el encargado de que el Campus se convierta en un éxito rotundo.
Y es que una cosa está clara. El Campus de Verano contiene todos los ingredientes necesarios para que los más pequeños de la casa disfruten sus vacaciones haciendo lo que más les gusta; jugar, divertirse y practicar deporte a tiempo completo. “Se están cumpliendo las expectativas de lo que queríamos. Mucha afluencia de niños, participación extraordinaria. Los padres están contentos, no se puede pedir más”, analiza el director deportivo. ‘Tsuba’, Andrew, Tsubasa y Koki, cuatro de los cerca de mil éxitos de la X Edición del Campus de Verano de la Fundación Atlético de Madrid.