El larguero se interpone en el camino del Atlético en el último segundo
El Atlético de Madrid ha empatado 0-0 en Almería en un complicado partido ante un buen rival y en el que Leo Franco y la madera salvaron primero al equipo de Javier Aguirre, que en el último segundo tuvo al larguero, salvador antes, como enemigo. Antonio López cerró el partido con una falta directa y el balón se quedó a milímetros de entrar en la portería. El Almería se lo hizo pasar realmente mal al Atlético de Madrid. Se situó mejor en el campo de inicio y en menos de cinco minutos avisó seriamente a Leo Franco. Primero fue Negredo el que estuvo a punto de sorprender al argentino y poco después tenía que desviar el balón a saque de esquina tras una falta lanzada por Felipe Melo. Un comienzo más que inquietante para el equipo de Javier Aguirre. Presionando bien las bandas, sobre todo la izquierda, el Almería dificultaba la salida del balón de los rojiblancos, que también sufrían cuando querían tirar de un cambio de orientación. Los de Unai Emery tenían bien aprendido el manual y siguieron avisando. Fue de nuevo Negredo, en el minuto 12, el que pudo marcar cuando se encontró media portería libre a su alcance, pero mandó el balón fuera. El Atlético de Madrid apenas creaba algo de juego, pero al menos también mandó un aviso al Almería en el minuto 15. Seitaridis se encontró su pasillo sin obstáculos y se plantó delante de Cobeño, que rechazó el balón como pudo tras el remate del griego, no pudiendo hacerlo Maxi, que seguía la jugada, como es debido. Poco a poco el Atlético fue acordándose de Agüero, que cada vez conectaba más con el balón. Así sucedió en el minuto 23, cuando el Kun dejó sentado en el suelo a Carlos García con una espectacular maniobra, pero Maniche remató mal desde el punto de penalti. El propio Agüero cerró la jugada metiendo el balón en la portería del Almería, pero estaba en fuera de juego. Cuando parecía que por fin el Atleti iba a agarrar el partido de una vez, Seitaridis derribaba a Crusat dentro del área en el minuto 28. Y ahí apareció un gigante llamado Leo Franco, que dejó sin fiesta a la grada con una triple intervención. Primero rechazó el balón tras la pena máxima lanzada por Felipe Melo, a continuación hizo lo mismo con el posterior cabezazo de Negredo y para acabar agarró el balón con fuerza tras el tercer intento de Kalu Uche. El susto siguió metido en el cuerpo del Atlético, sobre todo en el de Leo Franco, pues en el 31 Kalu Uche remataba en posición forzada y el larguero se interponía en su camino y continuaba dejando llano el de los rojiblancos. El equipo de Javier Aguirre, con Cléber Santana y Maniche más metidos en el partido, empezó a ejercer el control del partido en el último cuarto, en el que un par de faltas sacadas por Reyes mantuvieron alerta a Cobeño. Y, por supuesto, con el Kun dando guerra a un Acasiete que no sabía qué hacer para frenar al pequeño delantero. La segunda parte, con Eller en el lugar de Seitaridis, tuvo un comienzo intenso, un constante intercambio de golpes en forma de ataques. El partido, con el balón circulando a mayor velocidad, se abría para unos y otros. Sólo faltaba que un jugador acertara. Y ese pudo ser Maxi en el 46, pero en el último instante un defensa del Almería metió el cuerpo para que el balón no se colara en la portería de Cobeño. El Almería, pese a su inferioridad técnica, aguantaba el tipo sin problemas y en el 61 volvió a tener el gol en el bolsillo, pero esta vez fue un poste el que lo evitó. Negredo centró, el balón tocó en Pablo y se estampó contra la madera. Kalu Uche, que seguía la judada, rompió el cuero con un buen disparo, pero casi sobre la línea de gol salvó la defensa rojiblanca. El Kun continuaba apareciendo cuando lo necesitaba su equipo, que se acordaba de él para dejarle bien claro al Almería que no debía confiarse. Cobeño no tenía dudas, como quedó patente cuando debió cruzarse a tiempo cuando Agüero intentó batirle con una sutil vaselina desde muy cerca. En esto ingresó en el campo Luis García en el lugar de Reyes, que había tenido muchos problemas por su banda. El Almería seguía con fuerzas y llegaba más al área contraria, lo que obligó a Javier Aguirre a dar entrada a Motta, que reaparecía tras su lesión, para mandar en el centro del campo, zona en la que los de Emery seguían teniendo una importante presencia. En esta situación se llegó a último tramo del partido, con un Almería que no paraba de intentarlo y un Atlético a la espera de una buena contra. Llegó, pero muy tarde. Una postrera genialidad del Kun ante la zaga del Almería, saldada con falta al borde del área, no tuvo premio por milímetros. Antonio López disparó y el balón se estrelló en el larguero. Una vez más la madera dejó el marcador a cero