El Sánchez Pizjuán volvió a ser gafe para el conjunto rojiblanco. Un año más el Atlético de Madrid fue incapaz de superar al Sevilla y se volvió a casa con una derrota por la falta de acierto en los metros finales. Por el contrario, los locales estuvieron más finos en los metros finales y de ahí que se llevaran los tres puntos. El Atlético salió al terreno de juego con la lección bien aprendida de lo que le había ocurrido hace 15 días en Valencia, y de ahí que Javier Aguirre quisiera asegurar la posesión de la pelota con la presencia en el centro del campo de tres mediocentros. El inicio del choque le dio la razón al mexicano, ya que los jugadores rojiblancos tocaban con comodidad en el centro del campo en busca del desmarque de los delanteros. Así a los cinco minutos Pernía tuvo la primera oportunidad para batir la portería de Palop, pero el guardameta sevillano acertó a despejar a corner. Pero lo que tiene el mundo del fútbol y el saber aprovechar una oportunidad. Un pase largo de Alves a Kanouté, con la defensa rojiblanca muy adelantada, fue aprovechada por el jugador sevillano para inaugurar el marcador. A pesar del jarro de agua fría, que supuso el gol, los jugadores rojiblancos se rehicieron con rapidez y siguieron con el mismo planteamiento. Tocar en el centro del campo hasta que llegara la ocasión y esta llegó por mediación de Maniche a los pocos minutos, pero de nuevo estaba ahí Palop. El portero del Sevilla fue una pesadilla para el Atlético de Madrid. En la siguiente jugada del equipo de Juande Ramos, Dani Alves sólo desde la frontal del área conseguía el segundo gol. Un autentico mazazo para las aspiraciones de los rojiblancos, pero aún así tuvo tiempo de tener una nueva oportunidad por mediación de Agüero, que de nuevo se encontró con Palop. A partir de ese instante el encuentro comenzó a ser más duro en el centro del campo y así Martí realizó una dura entrada a Agüero. El colegiado no lo dudó y le expulsó. Pero esa ventaja numérica no fue aprovechada por los rojiblancos en los minutos de la primera parte. Javier Aguirre quiso en la segunda parte darle un cambo al equipo, visto el desarrollo de los primeros 45 minutos, e introdujo a Galletti y Jurado con la intención de abrir el juego por las bandas y aprovecharse de la superioridad numérica, pero los rojiblancos no tuvieron un día afortunado y no pudieron doblegar a la defensa del Sevilla por mucho que lo intentarán Fernando Torres y Agüero. Sólo en el rechace de un lanzamiento desde el punto de penalti del ‘Niño’, Pablo conseguía el gol del honor. Ahora lo jugadores intentarán olvidar lo antes posible el partido y pensar en el encuentro del próximo sábado contra el Real Madrid, ya que una victoria del conjunto rojiblanco ante el eterno rival le permitiría colocarse por encima en la clasificación y vengarse del choque de la primera vuelta, en las que los chicos de Javier Aguirre merecieron la victoria.