Segundo triunfo del Atlético B en la temporada y en el Cerro del Espino. El buen primer tiempo de los rojiblancos, dominando claramente al Vecindario, se vio reflejado en el marcador con el gol de Rubén Ramos y, tras las expulsiones de la segunda mitad, un golazo de Claudio acabó por sentenciar al equipo canario. El Atlético B buscaba su segunda victoria en el Cerro del Espino para seguir haciéndose fuerte al calor del hogar y para sumar su cuarto partido consecutivo sin perder. El rival era complicado, el Vecindario, un equipo que se plantó con un 4-2-3-1 en el que cuando el balón era de los rojiblancos en ataque, los canarios defendían hasta con seis futbolistas. Así, la empresa era ardua para los de Abraham García. El técnico del Atlético B decidió colocar en el lateral izquierdo a Aitor Núñez para situar por delante a Claudio aprovechando su técnica y su llegada. Y precisamente el gallego fue un hombre muy incisivo por su banda. Incluso, pudo anotar el primer gol con un remate escorado que se estrelló en el lateral del poste derecho de la meta canaria. El conjunto rojiblanco salió bien, presionando a su rival, sin dejarle apenas resquicios para atacar. Pero en la única ocasión que tuvieron los canarios, en el minuto 25, el remate de Yeray encontró una más que digna respuesta en De Gea, un meta que va creciendo a medida que tiene partidos. Si ante el Navalcarnero fue uno de los artífices del triunfo, en esta ocasión volvió a dejar la impronta de su calidad. Pero el Atlético B puede estar tranquilo con él en la meta y con la pareja de centrales, ya que De Abreu y Domínguez se complementan muy bien. Además, Domínguez hizo lo que Ujfalusi con el primer equipo el pasado miércoles en Getafe, pues sirvió en bandeja de plata el gol a Rubén Ramos a la media hora de juego. Pero no contento con marcarse una jugada a lo Beckenbauer, saliendo con la pelota de su zona, driblando contrarios y dando el pase en profundidad al ariete rojiblanco, pudo incluso marcar el segundo, pero su cabezazo lo despejó el portero a córner. Tras el descanso el guión continuó por los mismos derroteros hasta que una jugada cambió el partido en el minuto 55. Sosa cometió falta sobre Rubén Pérez, y éste entró en el juego del canario; los dos se enzarzaron y el árbitro, tras consultar con un asistente, los envió a la ducha. Entonces, el partido entró en una fase anodina, en la que los dos equipos acusaron las expulsiones. Incluso, el colegiado castellano-leonés González González se vio obligado a expulsar al canario Álex al propinar una patada por detrás a Aitor Núñez, lo que hizo más complicada la tarea a un Vecindario que ya se vio impotente y bajó los brazos. El encuentro ya sólo tuvo un color, el rojiblanco, que quedó reflejado en el marcador con un gol de Claudio que cerró definitivamente el partido.