Adrián Escudero, un rojiblanco de corazón
Uno de los grandes pilares de la historia atlética
Adrián Escudero García ante todo fue un gran atlético. Nacido el 24 de noviembre de 1927, este madrileño dedicó su vida al Club Atlético de Madrid donde desarrolló toda su carrera como jugador y entrenador y del que fue, es y será historia.
Procedente del CD Mediodía donde jugó en Tercera División, llegó al Atlético de Madrid (Atlético Aviación por aquel entonces) en 1945, con tan sólo 17 años. Desde entonces, su vida no tuvo otro color que no fuera el rojiblanco. En su palmarés lucía orgulloso las dos Ligas consecutivas que ganó en 1950 y 1951.
Su buen hacer como atlético le sirvió, además de para ganarse a toda una afición, para ser convocado con la Selección Española Absoluta, con la que fue citado en tres ocasiones en las que logró marcar un gol.
Escudero fue tan especial para el sentimiento rojiblanco, que en enero de 1955 el Club le ofreció un partido homenaje que enfrentó al Atlético de Madrid ante el Wiener Sport austriaco, que terminó con goleada colchonera por cuatro tantos a uno. Tras este partido homenaje Adrián Escudero defendió la camiseta rojiblanca durante tres temporadas más. Se retiró del fútbol en activo en 1958 con 287 partidos en Primera División y 150 goles en su cuenta, una cifra impresionante que le hace ostentar aún hoy día el honor de ser el máximo goleador en Liga de la historia del Club Atlético de Madrid.
Tras su retirada, su vida siguió ligada al equipo colchonero, convirtiéndose en entrenador de las categorías inferiores. En su carrera como técnico Escudero llegó a ser segundo entrenador del primer equipo, y a dirigir al equipo como primero algunas jornadas.
Procedente del CD Mediodía donde jugó en Tercera División, llegó al Atlético de Madrid (Atlético Aviación por aquel entonces) en 1945, con tan sólo 17 años. Desde entonces, su vida no tuvo otro color que no fuera el rojiblanco. En su palmarés lucía orgulloso las dos Ligas consecutivas que ganó en 1950 y 1951.
Su buen hacer como atlético le sirvió, además de para ganarse a toda una afición, para ser convocado con la Selección Española Absoluta, con la que fue citado en tres ocasiones en las que logró marcar un gol.
Escudero fue tan especial para el sentimiento rojiblanco, que en enero de 1955 el Club le ofreció un partido homenaje que enfrentó al Atlético de Madrid ante el Wiener Sport austriaco, que terminó con goleada colchonera por cuatro tantos a uno. Tras este partido homenaje Adrián Escudero defendió la camiseta rojiblanca durante tres temporadas más. Se retiró del fútbol en activo en 1958 con 287 partidos en Primera División y 150 goles en su cuenta, una cifra impresionante que le hace ostentar aún hoy día el honor de ser el máximo goleador en Liga de la historia del Club Atlético de Madrid.
Tras su retirada, su vida siguió ligada al equipo colchonero, convirtiéndose en entrenador de las categorías inferiores. En su carrera como técnico Escudero llegó a ser segundo entrenador del primer equipo, y a dirigir al equipo como primero algunas jornadas.