El Atlético de Madrid, sin tiempo para saborear el pase a los cuartos de final de la UEFA Europa League, volvió al trabajo en la tarde del viernes para preparar el próximo encuentro liguero frente el Mallorca. Tras el partido de vuelta ante el Sporting de Portugal, Quique Sánchez Flores diseñó un entrenamiento basado en la recuperación de sus jugadores, como suele ser habitual en las sesiones un día después de partido.

En este sentido, los titulares ante el equipo luso realizaron trabajo alternativo en el gimnasio de la Ciudad Deportiva de Majadahonda, mientras que el resto saltaron a uno de los campos de entrenamiento de las citadas instalaciones.

Cabe destacar las ausencias de Agüero y Simão, con permiso del Club al no poder enfrentarse ante el equipo isleño por estar sancionados. Tampoco se pudo ver a Domínguez, por encontrarse convaleciente de una gastroenteritis.

Las faltas se suplieron con la participación en la sesión del primer equipo de los canteranos Pacheco, Gallegos y Joel. Éste último, junto con Asenjo, se ejercitaron al margen del grupo la mayor parte del entrenamiento, siguiendo las indicaciones del preparador de porteros, Emilio Álvarez. Por otra parte, el preparador-recuperador, Óscar Pitillas, acompañó al joven Borja en un entrenamiento personalizado en el mismo campo en el que trabajaba el plantel rojiblanco.

Mientras los titulares se recuperaban en el gimnasio, el resto del grupo completó un entrenamiento que comenzó con carrera continua, tras la que debieron superar un circuito físico, centrado en los saltos, cambios de ritmo y velocidad. Seguidamente, realizaron toques de balón por parejas y un partidillo en terreno reducido, empleando unas pequeñas porterías. Para terminar, practicaron centros rotando la posición, para concluir con un nuevo partidillo.