Tras la victoria en Estambul, los nuestros querían ofrecer un triunfo a una afición entregada que pobló las gradas del Vicente Calderón. Sin embargo, el Benfica se hizo con el triunfo con dos latigazos y con dos jugadores decisivos, Gaitán y Julio César. El argentino marcó el primero y dio el pase del segundo a Gonçalo Guedes y el brasileño lo paró todo antes y después del gol.

Lo cierto es que el equipo dominó en el primer tiempo y fue a más a medida que pasaban los minutos, hasta que llegó el gol de Correa. Luego, más dominio y ocasiones en otro cuarto de hora en el que los nuestros se toparon con Julio César. Pero llegó el momento del gol del empate, antes del descanso, un resultado que no entraba en los planes de los de Simeone. Y, tras el descanso, el segundo zarpazo. Efectividad total en los lisboetas.

El equipo lo intentó hasta el final y no fue posible el empate pese a los esfuerzos y las ocasiones, como un cabezazo de Jackson que salvó el meta y, en la misma jugada, volvió a ser el héroe de su equipo al despejar el remate de Correa. Ahora toca pensar en el partido frente al Astana en el Calderón el próximo 21 de octubre, un rival que logró su primer punto en Champions al empatar contra el Galatasaray en el último suspiro. Benfica queda líder del grupo con 6 puntos, nosotros segundos con 3 y turcos y kazajos empatados con 1.