Cincuenta temporadas después, vestiremos nuevamente de rojo y azul en Celtic Park
De esta manera, rendiremos tributo al primer partido de la histórica semifinal de la Copa de Europa 1973/74, en el reencuentro con un clásico del fútbol mundial como es el Celtic y en un estadio mítico con una personalidad única.
En la temporada en la cual se cumple medio siglo de nuestro primer partido contra el Celtic, en el trascendental cruce de semifinales de la Copa de Europa 1973/74, la máxima competición continental volverá a ser testigo de un nuevo duelo entre nuestro equipo y el cuadro escocés, cuyo mítico estadio, Celtic Park, visitaremos este miércoles al igual que hicimos aquel lejano 10 de abril de 1974.
En conmemoración de esta eliminatoria, la cual permanecerá para siempre en la retina de todos los atléticos, vestiremos los mismos colores que ese histórico día: camiseta roja, pantalón azul y medias rojas, a imagen y semejanza de las que utilizaron Adelardo, Irureta, Ayala o Gárate.
Entonces, con el 0-0 cosechado en tierras escocesas ante un conjunto que contaba con estrellas como Kenny Dalglish, Billy McNeill o Jimmy Johnstone, dimos el primer paso hacia nuestra primera final de Copa de Europa, cuya clasificación certificamos con un triunfo por 2-0 en el Vicente Calderón dos semanas después gracias a sendos goles de Gárate y Adelardo.
"Este miércoles nos reencontramos con un club histórico en un estadio mítico, como es Celtic Park, donde tendremos el honor de revivir un duelo que medio siglo después sigue permaneciendo en el recuerdo de todos los atléticos", asegura nuestro presidente, Enrique Cerezo.
"Para todos los jugadores que disputamos ese encuentro, y aquella gran Copa de Europa, es un reconocimiento enorme que cincuenta temporadas después, el equipo vuelva a vestir el mismo uniforme en Celtic Park. Nos llena de orgullo ahora como nos llenaba de orgullo entonces, no solo por defender al Atlético de Madrid, sino también porque para gente como Reina, Melo, Irureta, Gárate y yo mismo, era vestir los mismos colores que defendíamos con la selección española. Esa semifinal fue muy especial, veníamos de ganar la Liga la temporada anterior y eliminamos a todo un campeón de Europa en un momento muy bueno de nuestras carreras", afirma el propio Adelardo, quien portó el brazalete de capitán en aquellas históricas noches.
"Es un orgullo y un bonito detalle por parte del club vestir los mismos colores cincuenta temporadas después. Recuerdo aquella temporada con especial cariño, teníamos un equipazo y todos éramos una gran familia", asegura José Eulogio Gárate.