No es un partido más porque el escenario es especial. Se trata de Anfield, el mítico estadio del Liverpool donde el Atlético de Madrid quiere ofrecer una buena imagen y, sobre todo, buscar un resultado que le permita certificar, o casi, su clasificación a los octavos de final de la Champions League. En el encuentro disputado en el Estadio Vicente Calderón se vivió una fiesta inolvidable, en el campo y en las gradas. En el terreno de juego el equipo dirigido por Rafa Benítez se impuso en la primera parte, alcanzando el descanso en ventaja gracias a un gol de Keane. En la segunda mitad el Atlético de Madrid fue mejor que el Liverpool y casi al final Simão marcaba el gol del empate. Pero lo más destacable de este encuentro fue el exquisito y espectacular comportamiento de ambas aficiones, que dieron una lección de civismo y deportividad al mundo entero. Nadie espera que no suceda lo mismo en Anfield.