Maxi y Leo Franco acompañaron a la Fundación en su visita a Argentina
Últimas entradas a la venta. Esto es lo que debían tener en mente las cientos de personas que desde primera hora de la mañana del viernes 12 de junio iban llegando al estadio El Coloso de los Newell´s Old Boys para asegurarse la participación en uno de los más importantes eventos deportivos de la historia de Rosario; el partido solidario entre la Fundación Atlético de Madrid y la Fundación Pupi, que se celebrara por la tarde.
Lo que quizá no se esperaban los rezagados aficionados era la llegada a la cancha del jugador del Atlético de Madrid, Maxi Rodríguez, quien acudió a la casa del equipo que le vio crecer a algo más de las 12:00 horas, donde le esperaban alrededor de 70 niños y niñas muy ilusionados por la grata presencia. Niños de la cantera del Newell´s, otros tantos pertenecientes a distintos proyectos sociales con los que trabaja la Municipalidad de Rosario, así como los pequeños residentes del Hogar de Raquel, proyecto del que Maxi Rodríguez es embajador le recibieron entre aplausos.
Además de los niños, le esperaban en la cancha Miguel Lifschitz (Intendente de Rosario), Germán Robles (Director General de la Fundación), Andrés de la Fuente (Presidente de la Fundación Pupi), Guillermo Lorente (Presidente del Newell´s Old Boy), el Dr. José María Villalón (Jefe de los Servicios Médicos del Club), y Pedro López (Director de Desarrollo de la Fundación Atlético de Madrid).
El jugador entabló una charla con los niños y niñas presentes, donde habló de sus inicios como jugador en el Newell´s y de los buenos recuerdos que le suscitan sus visitas a Rosario. Los pequeños tuvieron la oportunidad de hacer preguntas a su ídolo sobre sus inicios o su experiencia deportiva. Además, pudieron practicar el toque con el ilustre rosarino.
Una vez concluida la actividad deportiva, la comitiva de la Fundación se desplazó al Comedor Comunitario de San Nicolás, que en breve será remodelado dentro del marco de actuaciones de cooperación entre las fundaciones de Pupi y del Club rojiblanco. En el comedor esperaba el jugador del Atlético de Madrid, Leo Franco, que ya colaboraba desde hace años de forma particular con el comedor. Un comedor que, gracias a la ayuda de la Municipalidad de San Nicolás, la Iglesia Espíritu Santo y otras aportaciones, se encarga de alimentar a unos 200 niños y jóvenes de la zona. Cinco mujeres cocinan cada día para que los vecinos tengan siempre qué comer, aunque la falta de espacio físico y la cifra cada vez mayor de niños y niñas que precisan ayuda para tener qué comer hace necesaria una pronta reestructuración del comedor para ampliarlo y habilitar una zona para que los pequeños puedan realizar actividades lúdico-deportivas; un compromiso del que se harán cargo ambas fundaciones.
Para cerrar la visita a San Nicolás, el arquero se encargó de repartir regalos llegados desde España para sacar una sonrisa a todos los niños que se encontraban en las instalaciones. El reparto de regalos no concluyó ahí, ya que poco después la expedición se trasladó al Hogar de Raquel, junto con Maxi Rodríguez y Leo Franco para continuar.
El Hogar de Raquel es una casa situada en una zona de muy bajos recursos de la bonita ciudad de Rosario. Menos bonita es la realidad que te encuentras al entrar en esa sencilla casa, en la que Raquel da cobijo a multitud de madres jóvenes, que han sido víctimas de violencia, prostitución, violaciones o drogas, así como niños huérfanos o en situación de riesgo. Raquel es la salvadora y madre de todos, como ellos mismos la definen. Una mujer que fue Concejala de Rosario, algo que quizá le hizo conocer más de lo que gustaría la difícil situación de la infancia y adolescencia de la zona. Esos años en el poder le hicieron replantearse el sentido de la vida y la hicieron convertirse en una persona que a día de hoy lleva 25 años de vida dedicada en cuerpo y alma a tantos necesitados.
El Hogar de Raquel es también destinatario de la ayuda que brindan en Argentina Fundación Atlético de Madrid y Fundación Pupi, gracias a que el solidario jugador Maxi Rodríguez puso en conocimiento de ambas instituciones la necesidad de ayuda en este centro al que tanto él como su madre han estado vinculados desde que él era sólo un niño.
Las necesidades esenciales del Hogar requieren una concienzuda remodelación del edificio, que comprende reformas en el techo, paredes o cocina. Se prevé que las obras puedan comenzar en pocos meses. Una buena noticia que la comitiva de la Fundación quería dar a conocer en persona y, contando además con la compañía de Maxi y Franco. Los jugadores repartieron ropa y juguetes a los residentes del Hogar de Raquel y recibieron numerosas muestras de cariño de los agradecidos niños y niñas.
Violeta Segura