Noguera, enganche del filial, debuta en la convocatoria frente al Levante
'He cumplido mi primer sueño, espero poder conseguir el segundo'
Alberto Noguera Ripoll vio cumplir en la mañana del sábado 23 de abril un sueño. La sesión había concluido y Quique Sánchez Flores se dirigió a él y le dijo que iría convocado para el choque contra el Levante. El sueño que tantas veces había soñado se hacía realidad. Atrás quedaban muchas horas de trabajo y de esfuerzo por conseguirlo.
Todo comenzó un 24 de septiembre de 1989. Aquel día, Alberto nacía en una Clínica Madrileña. Su vida no sería diferente de la de cualquier muchacho de su edad. Comenzó a jugar al fútbol sala en el equipo de su colegio. Mientras practicaba su afición favorita, soñaba con jugar algún día en Primera División, pero parecía lejano que aquel sueño se pudiera cumplir.
Pero los sueños están para cumplirse, y en categoría Cadete le ofrecen la posibilidad de probar en el Getafe. La prueba no le pudo ir mejor, pues los técnicos del conjunto del sur de Madrid no lo dudan y le seleccionan para jugar en el equipo. Ahora se le planteaba un problema, acudir hasta la localidad madrileña para entrenar, pues Alberto vivía en la zona norte de Madrid, su familia se vuelva con el chaval y le acercan a diario hasta Getafe para que pudiera entrenarse y cumplir su sueño de jugar al fútbol en la máxima categoría profesional del fútbol.
Desde el inicio de su carrera jugó de enganche con los delanteros y fue quemando etapas por las diferentes categorías, hasta llegar al inicio de la temporada 2008-2009. Ese año decide probar suerte en la Tercera División y ficha por el Sanse. Una temporada en las que sus actuaciones no pasaron desapercibidas para los técnicos rojiblancos, que al concluir el año le hicieron una oferta para incorporarlo al Atlético C.
Tras una gran temporada en el segundo filial, la Dirección Deportiva del Fútbol Base decide que la categoría se le ha quedado pequeña y le pasa al Segunda División B. Sus inicios en el filial fueron difíciles, igual que el equipo, y tras asentarse el equipo y él en la categoría, Alberto comenzó a desplegar su fútbol. Quique le vio en varios partidos y le reclutó para entrenarse a menudo con el primer equipo. Ahora ha visto cumplido su primer sueño, ir convocado. Le falta otro: pisar el Vicente Calderón con la rojiblanca.
El jugador reconocía que “me siento muy feliz. La verdad es que he visto cumplido un sueño. Había entrenado en muchas ocasiones con el primer equipo, pero ahora era diferente. Veía que la semana avanzaba y seguía entrenando con los mayores. Me sentía con opciones de entrar en la convocatoria. Al ver que el sábado repetía en los entrenamientos pensé: qué podía ir convocado. Se ha cumplido el primer sueño. Espero que pueda cumplir el segundo”.
Antonio Rivas, entrenador del filial, destaca que “es un mediocentro de enganche con los delanteros. Tiene una gran visión de juego, de creación que también puede jugar por la banda. No tiene mucha velocidad, pero es muy bueno en el uno contra uno. Técnicamente muy dotado puede jugar de falso extremo para entrar por dentro”.
Todo comenzó un 24 de septiembre de 1989. Aquel día, Alberto nacía en una Clínica Madrileña. Su vida no sería diferente de la de cualquier muchacho de su edad. Comenzó a jugar al fútbol sala en el equipo de su colegio. Mientras practicaba su afición favorita, soñaba con jugar algún día en Primera División, pero parecía lejano que aquel sueño se pudiera cumplir.
Pero los sueños están para cumplirse, y en categoría Cadete le ofrecen la posibilidad de probar en el Getafe. La prueba no le pudo ir mejor, pues los técnicos del conjunto del sur de Madrid no lo dudan y le seleccionan para jugar en el equipo. Ahora se le planteaba un problema, acudir hasta la localidad madrileña para entrenar, pues Alberto vivía en la zona norte de Madrid, su familia se vuelva con el chaval y le acercan a diario hasta Getafe para que pudiera entrenarse y cumplir su sueño de jugar al fútbol en la máxima categoría profesional del fútbol.
Desde el inicio de su carrera jugó de enganche con los delanteros y fue quemando etapas por las diferentes categorías, hasta llegar al inicio de la temporada 2008-2009. Ese año decide probar suerte en la Tercera División y ficha por el Sanse. Una temporada en las que sus actuaciones no pasaron desapercibidas para los técnicos rojiblancos, que al concluir el año le hicieron una oferta para incorporarlo al Atlético C.
Tras una gran temporada en el segundo filial, la Dirección Deportiva del Fútbol Base decide que la categoría se le ha quedado pequeña y le pasa al Segunda División B. Sus inicios en el filial fueron difíciles, igual que el equipo, y tras asentarse el equipo y él en la categoría, Alberto comenzó a desplegar su fútbol. Quique le vio en varios partidos y le reclutó para entrenarse a menudo con el primer equipo. Ahora ha visto cumplido su primer sueño, ir convocado. Le falta otro: pisar el Vicente Calderón con la rojiblanca.
El jugador reconocía que “me siento muy feliz. La verdad es que he visto cumplido un sueño. Había entrenado en muchas ocasiones con el primer equipo, pero ahora era diferente. Veía que la semana avanzaba y seguía entrenando con los mayores. Me sentía con opciones de entrar en la convocatoria. Al ver que el sábado repetía en los entrenamientos pensé: qué podía ir convocado. Se ha cumplido el primer sueño. Espero que pueda cumplir el segundo”.
Antonio Rivas, entrenador del filial, destaca que “es un mediocentro de enganche con los delanteros. Tiene una gran visión de juego, de creación que también puede jugar por la banda. No tiene mucha velocidad, pero es muy bueno en el uno contra uno. Técnicamente muy dotado puede jugar de falso extremo para entrar por dentro”.