Era la jornada 37 de la Liga 2014-15 cuando Jan Oblak encajaba su último gol con la camiseta rojiblanca. Fue Leo Messi quien, tras una pared con Pedro dentro del área, perforó por última vez la meta defendida por nuestro portero. Desde entonces, el esloveno ha levantado un muro en la portería que ha resultado clave en el buen arranque de temporada del equipo.

Oblak acumula siete partidos consecutivos sin encajar un gol. Su racha comenzó en el último encuentro de la campaña pasada frente al Granada (0-0) y tuvo continuidad durante la pretemporada 2015. Su estreno este verano tuvo lugar en el Nuevo Carlos Tartiere de Oviedo, donde el equipo venció por 0-2 y, siete días después, volvió a ser titular frente al Shanghai SIPG (0-3). El esloveno no disputó ningún minuto en el triangular disputado en Butarque pero sí jugó de inicio ante la Real Sociedad (2-0) y el Betis (3-0) en la final del Trofeo Ramón de Carranza.

El comienzo de la temporada oficial no ha alterado las constantes de nuestro portero. Ante la UD Las Palmas se mantuvo imbatido (1-0) y en la victoria frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (0-3) fue uno de los jugadores más destacados del equipo, protagonizando varias paradas de mérito. En resumen, tres meses con la portería a cero que han ayudado a los nuestros a iniciar la temporada de manera muy positiva.