El Atlético de Madrid no pudo despedirse de San Mamés con un triunfo, como hubiera deseado. En un partido en el que los dos porteros rayaron a gran altura, un gol en un saque de esquina en el inicio de la segunda mitad y dos en los últimos 15 minutos en dos contragolpes acabaron con un Atlético que no mereció tanto castigo.

Athletic y Atlético estaban dispuestos a ofrecer un buen espectáculo de fútbol en el último clásico entre ambos conjuntos en San Mamés. Como si les fuera la vida en ello, unos y otros salieron decididos en busca del triunfo. Los ‘leones’, para escalar puestos en la tabla tras una primera vuelta irregular. Los madrileños, para seguir en la lucha por el segundo escalón de la Liga BBVA tras conocer los triunfos de Barcelona y Real Madrid. Además, un triunfo en San Mamés, además de ser histórico, serviría para alcanzar los 50 puntos cuando sólo se cumplen dos jornadas de la segunda vuelta.

Con los últimos tres enfrentamientos entre ambos, decantados hacia el lado de los rojiblancos madrileños (2-1 en la pasada Liga en el Calderón, 3-0 en Bucarest en la final de la Europa League y 4-0 en Liga en el Calderón esta temporada) empezó un encuentro en el que los de Bielsa no querían que se repitiera la historia. Muy pronto intentaron amedrentar a los de Simeone, con un disparo alto de De Marcos a pase de Aduriz en el primer minuto.

Sin embargo, los vascos se encontraron un equipo sólido como una roca atrás, que apenas dio concesiones en defensa. Había vuelto al once Juanfran tras la lesión y Cata Díaz entró en la zaga en lugar de Miranda. Y, en el centro del campo, Emre fue titular junto a Tiago y con tres gladiadores por delante, Arda, Raúl García y Cristian Rodríguez, que intentaban conectar con el infatigable Diego Costa.

El peligro bilbaíno iba a llegar, principalmente, de las jugadas a balón parado. Así, Sanjosé cabeceó fuera un saque de esquina al cuarto de hora de partido. La respuesta no se hizo esperar y Tiago envió un testarazo por encima del larguero. El encuentro era un tira y afloja entre los dos conjuntos, con disparos que no encontraron los tres palos, hasta que Filipe Luis, con mucha confianza por la buena temporada y por la reciente convocatoria de Brasil, apoyó a Diego Costa en una subida al área local y su disparo tocó en un zaguero y se fue al córner el balón llorando, porque le faltaron centímetros para inaugurar el marcador.

Como sucedió en toda la primera parte, los locales volvieron a intentarlo pero Susaeta se encontró con un inmenso Courtois que salvó con el pie derecho lo que era un remate franco dentro del área. Así iban pasando los minutos y Filipe lo buscó desde fuera del área con un disparo que botó delante del meta pero Iraizoz salvó de nuevo a su equipo.

Y la mejor jugada del Atlético llegó en el 43, cuando un centro de Raúl García hacia el segundo palo lo cabeceó Diego Costa hacia el centro y el remate de Emre lo desvía como puede Iraizoz. Fue el punto y final a una intensa primera parte en la que los dos equipos tuvieron sus opciones y cualquiera pudo haber hecho gol.